Una vez más, y como ya empieza a ser tradición en mis vacaciones de verano, decidí viajar al sudeste asiático. En concreto a las islas más orientales de Indonesia; A las islas de Flores, Komodo, Rinca y Padar.
En mi primer viaje a Indonesia en 2015, me quedé con unas ganas enormes de visitar estas islas, pero Indonesia es enorme, y en ese primer contacto con el país asiático la logística hacía imposible desplazarse hasta tan lejos y disfrutar como es debido de sus maravillas.
Este año sí; En 2017 me saqué la espinita de ver en persona a los icónicos dragones de Komodo, bucear en aguas turquesas colmadas de vida, y trepar a las cimas de sus montañas entre otra muchas actividades.
Espero que os gusten las fotos y que puedan transmitiros, aunque sólo sea un poquito, la brisa y la luz de este rincón del planeta.
